¡Hola a todos! Jamás había hecho un post de este estilo, pero aprovechando que estos días he estado redecorando mi cuarto, me hacía ilusión enseñaros alguna cosilla. ¡Quién sabe si os servirá como inspo!

Lo primero que hice fue deshacerme de todas las cosas que ya no usaba o no me gustaban. Odiaba esa sensación de agobio al ver todo tan sobresaturado. Me he dado cuenta de que mi estilo es mucho más simple, así que he intentado dejar la habitación lo más despejada posible. También tengo que decir que he estado unos 4 años fuera de casa, por lo que mi cuarto había servido como segundo trastero. 

Siempre he sido un desastre en cuanto a la organización de pendientes y collares (los tenía todos enrollados. Mu mal, mu mal). Así que una de las primeras cosas que hice fue añadir cuatro colgadores para los collares y una baldita de madera donde puse todos mis aros pendientes. 

Me compré el tarro en IKEA hace un par de años, y lo tenía en una esquinita sin saber muy bien qué hacer con él. Hasta que pensé en usarlo a modo decoración con mis pinceles (las piedrecitas os digo de donde son un poco más abajo). En esa misma balda tengo una caja de un set de tres donde guardo facturas, fotos, entradas de cine, conciertos... ¡Un poco de todo! También podéis ver un par de libros al fondo, no sabía dónde meterlos 😇.

Este es uno de mis rincones favoritos, por todo lo que esconde. La estanteria se compone de dos baldas, en la inferior podéis ver unos cuantos libros (desde Ana Karenina hasta el Principito). Otra de las cajas, ésta es la más pequeña (la mediana la tengo en Alicante). Mi vinilo favorito; Private Investigations, de Dire Straits. Una foto del que digo yo "mi rinconcito", se encuentra en la Serra Gelada (Benidorm). También hay una velita de IKEA, una cámara de mi abuela y un "jarrón" que pensaba decorar con flores sintéticas, pero todavía no he encontrado ninguna que me convenza del todo. Digo jarrón, pero en realidad es una botella que me dieron la última vez que fui a Urgencias. No quise tirarla, así que la llené con arena falsa de Casashops y metí un par de conchitas que tenía guardadas. 

En la parte superior hay más libros, a éstos les guardo especial cariño ya que varios son de cuando era muy pequeña y otros son regalos (💛). Un marco donde había un bordado de un osito súper cute con mi nombre en el que coloqué una foto que hice en la playa del Postiguet, puede parecer una foto sin más pero para mí tiene un significado especial. Otras dos cámaras analógicas y un bongo, al que yo he llamado Bongo Tongo desde que lo gané en una feria siendo una cría. Ironías de la vida, lo conseguí por tener buena puntería. La verdad es que siempre pensé en pintarlo de blanco, ya que no me gustaban nada los colores. Sigue sin gustarme del todo, pero por ahora así se queda. 

Mi corcho era otra de las partes más sobresaturadas de mi habitación, así que lo dejé tiritando y a penas quedaron cuatro cosas literalmente. Aunque la parte estrella de este rincón es sin duda el tocadiscos, ahora le estoy dando más uso así que si me queréis recomendar artistas nuevos, ¡soy todo oídos! 

Forré el protector del escritorio (realmente no sé cómo se llama) con trozos de una revista que iba a tirar, y ese fue el resultado ¿Qué os parece? El vasito donde tengo todos mis bolígrafos y demás es un macetero de IKEA.

Aquí coloqué otros cuantos libros junto con un portavelas en forma de farolillo, también de IKEA (ojalá esto fuera una colaboración jajaj). Mi idea es ir apilando unas cuantas revistas de moda debajo de éste, me parece que le da un toque distinto. El resto de la estantería son archivadores y carpetas con cosas de la UNI, nada aesthetic. En el lateral de la estantería coloqué una cinta adhesiva que sirve como pizarra. Yo la compré en una tienda de Puerto Venecia, pero tenéis ésta de Amazon.

Y para terminar, ¡mi tocador! Creo que lo he dejado tal cual estaba, como mucho el recipiente donde tengo las brochas (un macetero dónde antes vivía el cactus de una amiga).

¡Espero que os haya gustado este post!
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